Según fuentes oficiales nos congregamos unas 8000 personas anoche en Maremagnum para ver el partido en la pantalla gigante que Antena 3 había montado a tal efecto. A mi me parecían más. El ambiente era festivo, tenso, pero ilusionado. Diferentes himnos y canciones se coreaban a la espera del comienzo del partido. Diez primeros minutos de tensión mientras Cristiano Ronaldo desplegaba su mejor repertorio y el Barça parecía sucumbir a la presión… Y luego el apoteosis. El magnífico gol de Don Samuel salvó muchas uñas anoche y marcó el principio de una fiesta que el equipo, mucho más tranquilo, se encargó de mantener en pie sin permitir que el United la alterara lo más mínimo. Bengalas, petardos, fuegos de artificio, más cánticos… y así hasta el final del partido.
Y después, de romería a la Rambla de Canaletas. Cientos de miles de millones de personas, así a ojo, celebrando el histórico triunfo del equipo. Cruzar el último tramo de rambla y llegar a la Plaza de Cataluña no era fácil, pero lo logramos y desde allí seguí camino hacia casa por el Paseo de Gracia. A medida que iba subiendo el Paseo había menos gente y más coches y motos con gente saltando, tambores, banderas, un tipo en medio de la calle agitando la bandera con los coches esquivándole (ver foto de abajo)… en fin, toda una experiencia. Nos vemos el año que viene; mismo sitio, misma hora :-)
Mi primera intención era visitar la Pedrera (Casa Milà), pero la cola infinita que había para entrar me hizo cambiar de idea y me dirigí hacia otro lugar mucho menos conocido y, por lo tanto, más accesible. El 
Cuando emprendíamos el camino de salida del museo atravesamos una puerta que nos introdujo, sin querer, en el 
Hay varios turnos para hacer una visita guiada a este teatro. Casi todos de 25 minutos (que es el que hicimos nosotros) y uno de hora y pico que incluye muchas más cosas e información… eso lo dejamos para los especialistas y grandes aficionados. Nuestra visita incluye la sala de “espera” con su bar y escenario para conciertos de música de cámara y el Salón dels Miralls. La foto de abajo es de dicho salón, que es un espacio de descanso con pinturas murales de Apolo en su trono (en el techo) y multitud de músicos, escritores teatrales, cantantes… en las paredes. También se visita el propio teatro, a este se accede desde el anfiteatro más alto y la verdad es
que impresiona mucho. Sobre todo sabiendo que han tenido que construirlo tres veces. El famoso incendio de 1994 fue el segundo, el primero fue en 1861, y ambos incendios destruyeron el teatro completamente. Creo que es el más grande que he visto nunca y por lo visto tiene una sonoridad espectacular. Parece ser que está diseñado para el oído, hasta el punto de que hay localidades de visibilidad cero. Pero no se pueden sacar fotos, así que si queréis verlo lo 
¿A quien en su sano juicio se le ocurre visitar un Hospital? Pues a mi, pero el mérito es de un pajarito que me avisó de que este hospital es muy particular. Tan particular que es, junto con el Palacio de la Música Catalana, Patrimonio de la Humanidad. Es obra de Lluís Domènech i Montaner y por diversos problemas comenzó a construirse en 1905 (cuatro años después de ser proyectado) y no se terminó hasta 1930. Los pabellones de este hospital son edificios independientes de estilo modernista que se comunican entre ellos por subterráneos. Desde la puerta, mirando hacía la Avenida de Gaudí se ve, a 800 metros, la Sagrada Familia. Esto es curioso porque la Avenida de Gaudí es una de las muy pocas calles “en diagonal” del Ensanche de Barcelona y parece que está hecha a propósito para comunicar estas dos joyas de la arquitectura.
El lunes estuvimos viendo varias cosas interesantes: 
